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ISLAS CANARIAS
itinerario geográfico

CARACTERÍSTICAS DEL ITINERARIO Duración: A pie, 2:30 horas aproximadamente. En vehículo, con tramos a pie, 1 hora y 30 minutos aproximadamente. La vuelta a pie puede suponer de 2 a 3 horas. El retorno en vehículo será de 15 minutos. Puntos de salida y llegada recomendado: Tahona - Molino de Viento. Dificultad: media, a pie. Longitud: 2 Kilómetros, a pie, aproximadamente (sin incluir la vuelta). Recomendaciones: Calzado cómodo, protector solar, sombrero o gorra, agua.

LA PALMA (II)
LAS TRICIAS

La tradición cerealista de Garafía, ligada a una alimentación basada en el gofio, ha propiciado un paisaje cultural protagonizado por diversos elementos arquitectónicos que, en el barrio de Las Tricias, descubrimos en un corto paseo y a lo largo del Camino Real: desde el molino de la tahona, al molino de viento, pasando por el molino de motor, aljibes y eras. Recorriendo Las Tricias se advierte el pasado y el presente agrícola del Municipio, los huertos escalonados en los que aún quedan vestigios y recuerdos del modo de vida y la base de la alimentación de nuestros abuelos. Ocasionalmente, Don Evelio Acosta y su hijo muelen grano en el molino de motor para el vecindario. Una construcción anexa al antiguo molino de viento pretende ser en un futuro Centro de recuperación y revalorización del gofio.

[DESCRIPCIÓN
DEL ITINERARIO]

 

Materiales disponibles para descargar:
guia en pdf
"Empecé con mi padre desde muy niño y desde los doce ya molía sólo, nos turnábamos, día y noche. Compaginábamos el trabajo en el molino con la carpintería. Ya, mi abuelo, a mediados del Siglo XIX, empezó con este oficio. Él mismo construyó el primer molino de viento, que luego mi padre trasladó a una zona más ventosa, donde se encuentra ahora, y en el lugar donde estaba el molino construyó su casa". "Antiguamente, la medida que se usaba en el molino de viento era el almud, que antes de la Guerra Civil se cobraba a 5 céntimos de pesetas, después se pasó a la perra, a 10 céntimos, a 30 céntimos, hasta que ya al pasar a la molina, se pasó a cobrar a 40 céntimos. Tras la Guerra Civil ya obligaron las pesas y ya se cobraba por kilos". Tuve que abandonar el molino de viento y pasar a la molina porque el viento iba a menos y el grano iba a más. De 1930 a 1953 trabajé en el molino de viento y en la molina del 53 en adelante. Estuve hasta el 86, que me jubilaron, todavía acompaño a mi hijo cuando muele". "El gofio es más sabroso en el molino de viento que en el de motor, aún siendo con la misma piedra, porque en el de viento camina, se enfría... según el viento y, en el de motor se calienta el gofio porque la piedra no para, no se airea".

D. Evelio Acosta Acosta. Molinero de Las Tricias. GarafĂ­a. La Palma.

 

 
Plan Nacional I+D+i ref. BHA2003-07202
Universidad de La Laguna